Academia
Médico-Quirúrgica
Santiago de Compostela

LAUDATIO

ENTREGA DE MEDALLAS DE HONOR DE LA ACADEMIA MÉDICO-QUIRÚRUGICA.

La Academia Médico Quirúrgica de Santiago de Compostela entrega la Medalla de Honor a la profesora:

DRA. MANUELA LEMA

SANTIAGO DE COMPOSTELA, NOVIEMBRE 2015

Ilustrísimas Autoridades, queridos compañeros, familiares de los Dres. Cimadevila y Lema, señoras y señores:

Agradezco a la Academia Médico-Quirúrgica de Santiago el permitirme intervenir en este acto en el que se rinde homenaje al Profesor Cimadevila y a la Profesora Lema, y en el que es un placer también asistir a la conferencia de mi querido amigo el Dr. Lahoz.

El Profesor Cimadevila, primero maestro y después compañero de Hospital y Facultad, es un ejemplo de vida dedicada a la asistencia y docencia, culminada en ser el primer catedrático de Urología de Santiago, y por una feliz coincidencia en la designación de ambos para la medalla de oro de la Academia, me consta la amistad y excelente relación profesional que ha tenido siempre con Manuela Lema.

Es de la Dra. Manuela Lema Bouzas de la que tengo que hacer una breve Laudatio en el día de hoy, y como la conozco sé que puedo herir su modestia, por lo que ahorraré adjetivos, y trataré de presentar su semblanza con moderación.

Ahora bien, declaro mi absoluta falta de imparcialidad hacia ella, ya que sólo somos imparciales en lo que no nos interesa, y como dijo Oscar Wilde las opiniones imparciales carecen de valor.

Manuela Lema estudió medicina en Santiago; fue Alumna Interna del Prof. José Carlos de Oya; en los últimos años de su carrera el papel de los alumnos internos no difería de lo que posteriormente realizaban los Médicos Internos y Residentes: Historias clínicas, seguimiento de los enfermos bajo tutela de sus profesores, aprendizaje clínico y responsabilidad creciente. Por cierto que su curso fue el primero al que dí clases en la Facultad de Medicina.

Lema realizó su primera oposición en 1970, para convertirse en Médico Interno, uno de los pocos cargos oficiales que en esa época existían en el Hospital Clínico (con los de catedrático y bedel). Realizó su Tesis Doctoral sobre el llamado entonces antígeno Australia, cuya técnica de análisis puso en marcha, y a través de ello contribuyó al conocimiento de la hepatitis B.

La Dra. Lema evolucionó de una sólida formación en Medicina Interna a la especialización en Neurología. En 1976 asistió al Institute of Neurology de la Universidad de Londres, National Hospital, Queen Square, centro de referencia mundial en nuestra especialidad, y obtuvo el título de Full time Postgraduate Fellow.

En su carrera como médico dentro del Hospital Clínico de Santiago fue Médico Adjunto y Jefe de Sección de Neurología.

Como médico clínico, dentro de la Neurología ha desarrollado en el Hospital una Unidad de Neurooncología, en estrecha colaboración con neurocirujanos, oncólogos, radioterapeutas, neurorradiólogos. Doy testimonio de que combinaba la mejor asistencia especializada a sus pacientes con el más exquisito trato humano y disponibilidad para atenderlos en cualquier momento. Y buena constancia de su labor en este campo se ha reflejado en dos libros monográficos sobre Meningiomas y sobre Gliomas de los que es autora y editora.

De modo paralelo (o por mejor decirlo, vinculado inseparablemente) desarrolló su recorrido docente universitario, Fue Profesora Ayudante de Clases Prácticas y Profesora Agregado Interina, tan pronto como en 1979.

En este año opositó al cuerpo Nacional de Profesores Adjuntos de Universidad, y obtuvo el número 7 de las 18 plazas convocadas a las que concurrieron más de 100 candidatos de toda España; la mayoría de ellos han sido los más distinguidos de las diversas especialidades médicas en las décadas siguientes.

En 1984 se convocó la primera oposición en España a Profesor Agregado de Neurología (idéntica a las de Cátedra); Manuela Lema fue admitida a la misma con otros cinco candidatos, de los cuales sólo uno la igualaba en ser Profesor Adjunto. Para que los más jóvenes sepan con quien se codeaba la Dra. Lema, diré sus nombres, bien conocidos por los neurólogos: José Manuel Martínez Lage, Alberto Gimeno Álava, Francisco Morales Asín, Hugo Liaño y Juanjo Zarranz.

Estas oposiciones nacionales eran muy distintas de las que después vinieron, edulcoradas y endogámicas, en las que el candidato (generalmente único) tiene el privilegio de determinar el perfil de la plaza y hasta proponer al tribunal que debe juzgarlo. Presentarse a aquellas oposiciones suponía no sólo preparación científica y capacitación, sino también decisión, valor y resistencia física. De estas últimas cualidades ha dado pruebas fehacientes Manuela Lema; es una intrépida viajera que ha recorrido más de una vez el desierto del Sáhara con su coche (en plena Marcha Verde), ha visitado las selvas de Kenya, las estepas del Asia Central, los hielos de Islandia, los glaciares de la Patagonia, los volcanes de los Andes, las pirámides de Egipto y de Guatemala, los oasis del Yemen, las islas de Pascua y Galápagos, y otros sitios no aptos para pusilánimes.

En sus peripecias universitarias no puedo dejar de mencionar un notable rasgo de generosidad: Realizó una oposición a Cátedra en la que después de superar por unanimidad el primer ejercicio, donde se sometía a escrutinio el curriculum vitae, se retiró en pleno éxito (para sorpresa del tribunal), renunciando a sus merecidas expectativas a fin de no obstaculizar las posibilidades de otro aspirante “senior” a quien respetaba. Ten otra ocasión la he visto prestar las diapositivas que ilustraban sus lecciones a un competidor en apuros.

Ha sido incansable en sus actividades docentes: durante el pase de visitas con alumnos y residentes, en sesiones clínicas y de iconografía médica, en seminarios, ejercicios de diagnóstico, cursos. Ha explicado la totalidad del programa teórico de Patología y Clínica Médicas, buena parte de la Patología General, otras asignaturas nacidas recientemente con el Plan Bolonia, y son innumerables sus participaciones en programas de Doctorado, Reuniones científicas y de sociedades médicas, sus publicaciones en revistas y libros.

Ha sido Directora del Instituto Universitario de Galicia de Ciencias Neurológicas Pedro Barrié, la mejor Presidenta de la Sociedade Galega de Neuroloxía, es Vicepresidenta de la Fundación Neurológica Compostelana y Académica Correspondiente de la Real Academia de Medicina de Galicia, que ha premiado varios de sus trabajos de investigación.

Su papel ha sido muy destacado en la formación de postgraduados y como coordinadora del programa MIR del Departamento de Medicina Interna.

Está, con razón, satisfecha de los logros de sus alumnos, y de aquellos muchos a los que ha dirigido Tesinas de Licenciatura y Tesis Doctorales. Nada menos que tres de “sus” doctores han obtenido Premios Extraordinarios del Doctorado. Todavía, mañana mismo, se presenta una nueva tesis doctoral dirigida por ella. Y, cosa poco habitual, ha tenido el reconocimiento de los mismos: al menos una promoción de médicos la ha elegido como Madrina (recuerdo el hermoso discurso que pronunció), y en este mismo año se han reunido para homenajearla la totalidad de residentes que hicieron la especialidad de Neurología en Santiago, es decir, dos o tres por año durante 35 años, más de 60, venidos de todos los hospitales de Galicia y otros lugares. Es la mejor prueba de cómo son estimadas sus cualidades.

Y es que Manuela Lema tiene demostrado el sentido de la responsabilidad, la dedicación al trabajo, la generosidad en las relaciones con sus colegas, la ausencia de egoísmo y de vanidad, la capacidad de sacrificio. Se ha exigido siempre más a sí misma que a los demás. Ha tenido dentro de sus actividades hospitalarias y universitarias una actuación frecuentemente moderadora, preventiva de conflictos, ejercida con discreción, con un carácter a la vez firme y dulce, como un buen árbitro que no hace ostentación de su presencia. Ha sabido ayudar a muchas personas como consejera, con leves sugerencias y hasta con sus silencios. Y siempre con lealtad ejemplar a las instituciones de las que forma parte. Somos muchos los que estamos en deuda permanente con ella.

Creo que la Academia Médico-Quirúrgica de Santiago ha acertado plenamente en poner hoy de manifiesto los méritos que concurren en la Prof. Lema y el Prof. Cimadevila, tanto más importantes cuanto menos publicitados han sido, y en mostrarles el cariño y agradecimiento de todos sus miembros.

Manuel Noya García